Segunda parte del artículo "El Mar Menor: ¿Qué es y a qué se está enfrentando?"
Imagen extraída de pixabay, autor geralt
Ahora bien, sabiendo todo el daño que está sufriendo el Mar Menor y los que en su cercanía habitan, ¿cómo podemos evitar más estragos? Hay diversas maneras de aportar una solución a esta problemática que, si bien no producen resultados inmediatos, pueden ser factores fundamentales al largo plazo, jugando un papel determinante en las condiciones futuras de la laguna.
Los expertos del área ambiental han estudiado y desarrollado arduamente diversas soluciones y sistemas que podrían ayudar a la recuperación del Mar Menor, los cuales:
El compostaje. La eutrofización se debe principalmente al uso de fertilizantes de nitrato y fosfato, muchas veces alterados químicamente produciendo sustancias artificiales o poco orgánicas. Como una alternativa natural, muchos científicos se han encontrado de acuerdo al uso del compostaje, práctica que consiste en convertir la materia orgánica -como residuos de alimentos, vegetación y desechos de los seres vivos- en abono orgánico. En el abono de la composta, todos los elementos esenciales se descomponen y luego se sintetizan por la actividad de las plantas, por lo que no sea desencadena el proceso eutrófico. Este método para controlar la eutrofización es conocido como limitación de nutrientes, ya que al usar compuestos que contienen exactamente lo que necesitan las plantas, éstas no se ven expuestas a excesos innecesarios.
Reducción de la contaminación. Además de utilizar el compostaje y reducir la cantidad de fosfatos y nitratos en los vertidos con una utilización más eficiente de fertilizantes, tanto los ciudadanos como los entes gubernamentales y empresas pueden reducir la contaminación del Mar Menor eficientemente utilizando distintos métodos. Los ciudadanos y habitantes de la zona pueden optar por un menor uso de detergentes y demás sustancias que contienen nutrientes y fósforo en general, como también evitar desechar sus restos en la costa. Las empresas podrían idear sistemas en los que no se produzcan vertidos de desechos agrícolas, ganaderos, mineros o industriales. Pero, aunque estas soluciones cumplen sus funciones como un comienzo, no son suficientes, por lo que el siguiente paso sería fortalecer las leyes y reglamentos contra la contaminación difusa. Al reducir la contaminación difusa, se está disminuyendo esencialmente la cantidad de nutrientes que entran en el ecosistema del Mar Menor. Las leyes deben tener como objeto principal mejorar los altos estándares de calidad del agua, y la tolerancia cero a las soluciones no puntuales, como también tomar acciones con respecto a las violaciones de estas leyes.
Tratamiento de aguas residuales en EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales). Las EDAR son estaciones depuradoras que cumplen con el objetivo de minimizar los niveles contaminantes del agua, y transformar el vertido en agua inocua. En estas depuradoras se realiza un proceso de eliminación del fósforo y nitrógeno contenidos en el agua, a través de un tratamiento biológico y químico centrado tanto en el agua como en el vertido residual. Este sistema de tratamiento de aguas residuales se encarga también del tratamiento de los fangos, y de otros residuos, gracias a la oxidación de la materia orgánica y de los compuestos nitrogenados, generando unos lodos activos, que posteriormente son tratados en vertedero o incinerados.
Aunque todas estas alternativas ofrecen soluciones activas para resolver la problemática del Mar Menor, ninguna de estas puede producir un cambio radical sino se llevan a la acción, pero principalmente, a la comprensión de la situación. Ya que, si las personas y los entes desconocen los daños que producen sus acciones propias, éstas les vendrán en contra impactándolos de manera negativa, causando más estragos de los que se encuentran presentes en el día de hoy.
- “El Mar Menor […] (es) un caso de cómo el desprecio al medio ambiente se vuelve contra los humanos”. Cita: Diario El País
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